Descubrir el “running” me cambio la vida. Parece mentira que un deporte pueda hacerlo, pero desde el momento que a mis 37 años me dio por calzarme unas zapatillas y ponerme a correr por 5 minutos (no aguanté más), algo cambió.
Los avances fueron progresivos y me propuse retos cada 6 meses, mi primera carrera de 5 kilómetros, la segunda de 10 kilómetros, la tercera de 15, etc. Actualmente corro maratones del orden de 3 al año y tengo la intención de correr una de 100 kilómetros, que me parece un reto sensacional, aunque sé que más que el físico, lo complicado va a ser aguantar mentalmente.
Organizar una carrera era todo un reto
Por otro lado, estoy muy agradecido a toda la buena gente que he conocido todos estos años. En el pueblo de El Espinar, donde suelo pasar largas temporadas, pensé junto con mi grupo de running el organizar una carrera de media maratón que transcurriese por aquella zona.
No me puedo quejar, puesto que desde el primer momento conté con el apoyo del ayuntamiento e instituciones de la provincia, pero claro, hay que estar en más frentes y conseguir patrocinadores, buscar fechas, equipamientos de todo tipo, etc.
La carrera lo bueno es que terminaría en una propiedad privada, pues un buen amigo tiene una finca, que suelen utilizar para bodas, bautizos y comuniones y ese finde me la dejaba, pues no es todavía temporada alta.
El caso es que había que realizar alguna obra y señalizar ciertas partes para la carrera, incluida la entrada a la finca. Estuvimos mirando algunas empresas y optamos por confiar en Industrias Duero, que fueron muy amables y al estar en Madrid, se podían desplazar sin problema, pues está a menos de una hora.
Les mandamos nuestras peticiones para las señalizaciones y unas vallas que necesitábamos colocar y en pocos días las teníamos ya en nuestra finca para ir colocándolas con tiempo. No tenemos queja alguna e incluso a algún socio le gustó tanto como quedó que han quedado en hablar con ellos para que les construyan unas pantallas acústicas de acero en su comunidad, para algunas partes de la localidad donde son necesarias.
El fin de semana de la carrera no podíamos estar más nerviosos, el organizar un acto así es complejo y nadie te asegura el éxito, pero estábamos confiados en el sentido de que a nivel económico las inscripciones habían ido muy bien.
Todo se desarrolló según lo previsto y el tiempo se portó, con un sol en pleno otoño que hizo mucho bien, especialmente a primeras horas de la mañana que es cuando hace más fresquito.
La gente nos ha felicitado y ya nos dicen que esperan que haya una segunda edición de esta competición. Lo cierto es que hay muchas posibilidades y tenemos también peticiones de un club de atletismo francés y dos italianos que les gustaría venir a la prueba. Queremos ir creciendo poquito a poco, pero que sea siempre una prueba que se mueva en unas asistencias de unos 3.000 corredores.
Estas cifras serían cómodas para nosotros, de lo contrario habría ya que pensar en que lo hagan otras personas, porque sinceramente no creo que nos diera la vida para tanto ajetreo.
Desde aquí os animo a todos los que estéis dudando el empezar en el bonito mundo de correr. Aunque al principio es duro y tendréis más de un día y más de dos agujetas, luego se ve compensado por la satisfacción al ir cubriendo etapas.
En mi caso siempre me he guiado por las distancias para irme superando, pero hay métodos de todo tipo para ir creciendo en esto de correr. Algo importante para participar en una carrera es evitar ir muy rápido al principio. Esto suele ocurrir en la primera o segunda carrera, donde nos dejamos llevar del ánimo y marcha de otros corredores y luego podemos pagarlo.
Por lo demás, animaros a que participéis en una carrera e incluso podéis apuntaros a algún club de running, donde se conoce mucha gente y compartes experiencias, tanto atléticas como del resto de tu vida. Las amistades nunca sobran y más cuando se conocen en un ambiente tan sano. Correr cambia la vida, os lo aseguro.