Muchos de nosotros asociamos el ejercicio o el estar en forma con la parte física simplemente, pero lo cierto es que además de tener bien el cuerpo es importante cuidar el cerebro, que también precisa de sus ejercicios para funcionar correctamente. Los cursos de idiomas en el extranjero son una forma de utilizar las vacaciones para estos menesteres. Estás fuera y a la vez haces cosas relacionadas con el ejercicio mental aparte del turismo.
Y es que los médicos nos recomiendan siempre estar activos mentalmente para prevenir o para retrasar y tratar la llegada de enfermedades como el alzhéimer, que sabemos que nos pueden llegar a cualquiera de nosotros y a cualquier edad también, pero cuanto mejor preparados estemos más barreras les estaremos poniendo y más ayudaremos a ralentizar su avance.
Como decimos, hay muchas formas de hacer este tipo de ejercicios, desde puzles hasta sudokus, pasatiempos, etc. Pero los viajes para estudiar idiomas al extranjero son nuestra gran recomendación para conocer un nuevo país, su cultura y sus costumbres y a la vez estar estudiando.
Yo lo hice hace poco con un viaje a Irlanda, en concreto, a Dublín. Me alojé en una residencia de estudiantes y por las mañanas acudía a clase al centro de la ciudad. De esta forma, las tardes me quedaban libres para mí para poder conocer nuevos lugares y apuntarme a diferentes actividades. Así como los fines de semana, cuando aprovechaba para visitar otros lugares de interés algo más lejanos como Belfast, la Calzada de los Gigantes, Londonderry, etc.
Para mí fue una gran experiencia. Aproveché las vacaciones de verano en el trabajo para pedir un mes de estancia en el extranjero. Una mezcla de vacaciones y estudio que me vino muy bien a la vuelta, ya que al haber mejorado mi nivel de inglés, tan demandado, también seguí aquí con mis estudios y al poco tiempo fue algo que me ayudó a mejorar en el trabajo y a ascender de categoría dentro de la empresa.
Como lo que yo necesitaba era un curso para personas ya adultas y no quería mezclarme en clases de niños o adolescentes, contraté la formación con European Idiomas, una empresa española que se dedica a la organización de este tipo de cursos de idiomas en el extranjero. Me la habían recomendado algunos compañeros de trabajo algo mayores que yo y con hijos que habían estudiado en sus cursos, y lo cierto es que la experiencia fue totalmente satisfactoria, tanto por lo aprendido como por la organización y el trato recibido.
Lo mejor de todo es que esta empresa se dedica también a organizar estos cursos para familias enteras, como una forma muy productiva de pasar las vacaciones. En estos casos, los padres pueden recibir clases con toda tranquilidad al mismo tiempo que sus hijos reciben la mejor enseñanza del idioma en un entorno de estudio atractivo y seguro. Y algo clave, se trata de un ambiente en el que posiblemente al relacionarlo con las vacaciones los niños estarán más motivados para estudiar, lo que es muy importante porque algunos estudios detectan una pequeña falta de interés.
En European Idiomas ofrecen diferentes soluciones en cuanto a cursos, desde simplemente clases hasta clases con actividades, y también es posible elegir entre una gran batería de diferentes destinos adaptándose a las preferencias para viajar de las familias o de los sitios cercanos que luego quieran visitar durante su estancia.
Pero eso así, siempre estando activos, tanto el cuerpo como la mente.