El ejercicio es una de las actividades más sanas que podemos hacer en nuestro tiempo de ocio. Obviamente hay muchos tipos de ejercicio, los hay más fuertes y otros más relajados, pero cualquiera de ellos es beneficioso para nuestra salud. Ahora bien, cuando realizamos ejercicio por nuestra cuenta sin la supervisión de un especialista, incluso a veces bajo su supervisión, podemos tener lesiones musculares que, aunque no resultan graves, pueden llegar a serlo si son recurrentes.
Tirones, tendinitis, rampas… seguramente hayáis sufrido algunas de ellas o, al menos, las hayáis escuchado hablar, pero muchas veces opinamos bajo una base de sabiduría popular que no se cierne realmente a la realidad. Lesiones musculares hay muchas y de muchos tipos, pero ninguna de ellas se llama “rampa” por ejemplo. Las lesiones traumáticas Internas y Externas son las que pueden ser causadas como consecuencia de la actividad física desarrollada por el propio individuo. Pueden darse:
- Lesiones musculares por exceso de deporte, pudiéndose producir desde tendinitis hasta fracturas por fatiga.
- Lesiones por esfuerzos físicos sin haber realizado antes un calentamiento adecuado y correcto.
- Lesiones por esfuerzos bruscos, muy recurrentes durante la competición, o por esfuerzos graduales que van más allá de los límites del propio organismo.
- Lesiones por culpa del calzado o el terreno de juego en malas condiciones que pueden alterar la estática del pie, produciendo apoyos anormales que degeneran en diversas lesiones musculares.
- Lesiones por caídas o golpes fortuitos en el músculo del deportista.
¿Qué tipo de lesiones existen?
- Contusión Muscular. Producida por una fuerza exterior sobre l músculo.
- Calambre muscular. Corresponde aproximadamente al 15% de la patología deportiva y constituye el primer paso de una distensión o contractura muscular.
- Distensión muscular: estiramiento muscular por encima de sus límites.
- Rotura de fibras: El conocido tirón muscular. Se produce cuando el estiramiento es muy intenso y da lugar a una contracción brusca contra resistencia produciéndose así la rotura de fibrillas musculares.
- Desgarro muscular: producido por la rotura de varias fibras musculares o por la rotura parcia del músculo.
Aunque todas estas lesiones suelen ser leves, nunca está de más hablar con un especialista que pueda darnos un diagnóstico acertado y un tratamiento de recuperación.
Normalmente el tratamiento para una lesión muscular pasa por ofrecer un poco de psicología que ayude a manejar y controlar al deportista, ya que la ansiedad por empezar a competir lo más rápido posible, añadida a la desconfianza que le produce todo tratamiento que indique reposo, hace que se deje seducir por tratamientos “milagro”, obviando los periodos de reposo necesarios. En ocasiones esto conlleva recaídas y cronificación de lesiones que en principio carecían de importancia.
Los pasos a seguir en el tratamiento en la mayoría de los casos son:
- Aplicar frío local durante 48 horas, luego calor.
- Antiinflamatorios
- Terapia física
- En casos extremos, cirugía
Otros dolores bastante comunes en los que se inician en la actividad física suelen ser los dolores de espalda. Casi siempre vienen provocados por hacer ejercicio sin supervisión profesional adoptando malas posturas. En estos casos lo mejor es acudir a un entrenador personal para evitar hacernos más daño y pedir una revisión de columna para descartar otros problemas, e incluso para recibir tratamiento.
Algo que también puede servirnos como complemento a cualquier tratamiento de una lesión muscular es este aceite de CBD para deportistas, ya que no tiene contraindicaciones y es un suplemento perfecto. Fueron los deportistas de élite los que empezaron a normalizar su uso cuando, al buscar productos que les ayudasen a recuperar y paliar las dolencias que el esfuerzo físico les producía, dieron con el CBD como el producto idóneo por ser natural, efectivo y totalmente legal hasta el punto de ponerse de moda en este colectivo.
Este producto tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que ayudan a paliar el dolor y disminuir la inflamación muscular tan comunes en la práctica del deporte y esto es gracias a que activa el receptor cannabinoide TPRV1 responsable de esta respuesta corporal. No obstante, como ya hemos dicho, es un complemento que puede usarse de forma externa, en masajes, pero jamás un sustituto de un tratamiento.
Al final debemos llegar a dos conclusiones bastante acertadas. La primera es que no podemos empezar demasiado fuertes ni con demasiado ego. Hay que iniciar el ejercicio de manera gradual y entendiendo que, como no somos especialistas, vamos a necesitar información para realizar correctamente cualquier tipo de deporte. La segunda es que, ante un dolor muscular, hay que empezar por el reposo y acudir a un especialista que pueda marcarnos los pasos en el tratamiento que debemos dar.