Para muchas personas existen dos momentos fundamentales a lo largo del año, el primero es en navidad tras las copiosas comidas, y el segundo es ahora en la antesala del verano con la famosa “operación bikini”. Este es un momento clave para muchas personas que quieren mejorar su físico de cara a lucirse en verano.
Pero hay que poner sobre la mesa una carta muy importante, y es que en el mes y medio que queda para que podamos vestir de corto todos los días, pocos resultados vamos a conseguir, ya que nuestro cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a la dieta y el ejercicio necesarios.
Y es que todavía existe mucha gente que conserva la dañina idea de que contra más deporte se haga y menos se coma el cuerpo estará en forma antes, pero no es así. Como todo en la vida el cuerpo tiene sus procesos, y uno de los procesos más importantes es el descanso, algo que muchos deportistas obvian erróneamente.
De hecho, esto es algo que conozco de primera mano, pues no hace mucho tuve una rotura fibrilar en el gemelo que me llevó a tener que pasarme en el hotel un viaje precioso en Sevilla. Por suerte me alojé en el Hotel Mercer Sevilla, un hotel boutique de lujo situado en el corazón del centro histórico de Sevilla, pensado para satisfacer la búsqueda de exclusividad y de una experiencia singular.
De cualquier forma, tal y como venimos comentando, vamos a hablar de la importancia del descanso, ya que de cara a las actividades de verano, a la operación bikini, y a toda nuestra actividad deportiva es necesario saber que descansar no significa perder la forma, sino todo lo contrario. Veremos que contra más descansemos nuestro cuerpo regenera sus estructuras para poder seguir haciendo deporte al mejor nivel. Al fin y al cabo esto es una excusa para dormir una hora más.
Cómo influye el descanso en el cuerpo, y qué pasa si no descansas
El descanso en el deporte es una parte más del entrenamiento, tan importante como levantar pesas, correr o estirar. Y esto es algo que la gente no valora lo suficiente, pues parece que contra más deporte se haga mejor, pero no es así. Al cuerpo le exigimos mucho, ya sea con ejercicios aeróbicos o anaeróbicos que sobrepasan nuestro funcionamiento normal.
Durante estos ejercicios los músculos sufren roturas a nivel fibrilar de pequeña importancia, que generan las famosas agujetas. Para reparar estas roturas se necesita tanto proteína como descanso, y en el caso de no hacer esto último, el músculo no crecerá adecuadamente.
De ahí deriva la importancia de descansar, ya que es esencial para que los procesos regenerativos de las fibras tengan lugar. Estos se producen por la noche, por lo que es el momento en el que el descanso debe de suceder, pues además conseguiremos otro tipo de descanso que afecta igualmente al rendimiento físico.
Nos referimos al descanso mental, ya que a pesar de que el deporte nos hace relajarnos y vivir el momento es importante descansar la mente para que el cerebro se despeje y descanse. La consecuencia de estar en todo momento focalizado en el deporte es la sensación de desmotivación, bajones de rendimiento y la sensación de no cumplir objetivos. Esto es conocido como burnout y normalmente se atribute al ambiente laboral, pero también ocurre en el deportivo.
Una de las consecuencias directas de no descansar adecuadamente son las temidas lesiones. Gran parte de las roturas fibrilares, contracturas y roturas se producen por exceso de entrenamiento. Y quizá la peor parte de estas es que no se curan en un par de días, sino que se puede llegar a estar un mes en el dique seco para curar estas lesiones. Las lesiones también pueden ocurrir cuando no hay ningún día de descanso entre entrenamientos, y esto sucede por la presión continua que sufren las articulaciones y los huesos que hacen que se quiebren o fisuren.
En conclusión, el descanso deportivo es muy importante, pues a través de nuestros músculos se recuperan tras los esfuerzos físicos, la cabeza descansa y nuestras articulaciones se preparan para el siguiente entrenamiento. Tras todo lo leído, ¿vas a descansar más?