La nutrición y el deporte, el deporte y la nutrición. Ambos elementos son indisociables el uno del otro si lo que uno quiere es conservarse saludable y en forma. Flaco favor nos haríamos si empleásemos una hora cada día en hacer footing por el parque si, en el momento de llegar a casa, repusiéramos todas las calorías gastadas y alguna más mediante una parrillada rica en grasa y colesterol. Vigilar la dieta a través de los servicios de una empresa de catering de Madrid como En tus fogones, cuyos expertos cocineros conocen los secretos de la dieta mediterránea y se ajustan al estilo de vida y las exigencias de cada cliente; apostar en la comida casera por productos ligeros, nutritivos y naturales; regular la actividad física para conseguir una progresión en nuestro rendimiento y nuestro estado físico,… Cuestiones que ahora, en los meses de verano, encuentran un nuevo factor que añadir a la ecuación y el equilibrio entre alimentación, deporte y salud: el calor.
Si bien los cielos despejados llaman a salir a la calle a practicar deporte, es aconsejable evitar las horas de mayor calor del día y escoger en cambio adaptar las rutinas de ejercicio a la puesta del sol o al amanecer, en el caso de los más madrugadores. De igual modo, la dieta debe apostar más que nunca por los productos frescos, ricos en vitaminas, antioxidantes y de fácil digestión. Sí, es cierto, el verano se asocia con el chiringuito, y con el chiringuito se asocia la fritanga. Pero más vale refrenar un poco los impulsos primitivos y dejarse llevar por el encanto de otros platos más livianos, apetitosos y beneficiosos como, por ejemplo, las ensaladas. Las ensaladas son una de las delicias de la dieta mediterránea y abarcan en su seno una amplísima gama de variantes capaz de deleitar al gourmet más exigente. Dado que su carga de calorías es mínima y que su contenido en agua y nutrientes es espectacular, su consumo contribuye por un lado a saciar el hambre y por otro a cuidar nuestro cuerpo, nuestra estabilidad física e incluso nuestra epidermis. En función de cada cual, las ensaladas se pueden preparar como acompañamiento, como primer plato o, incluso, como plato único, lo cual es especialmente aconsejable para estas fechas de calor intenso. Agregar a las hojas de rúcula, lechuga, canónigos, etcétera, ingredientes de mayor contundencia como el atún, la caballa o el pollo permite que esta amigable ensalada se transforme en un sabroso almuerzo. En todo caso, es mejor prescindir de salsas demasiado calóricas como la mahonesa y demás y elegir por el contrario los tradicionales aceite de oliva, vinagre (o limón) y sal, así como delicadas vinagretas caseras. El festín puede completarse también con una fresquísima macedonia de frutas o una de los productos típicos de la temporada como la sandía, tan hidratante como suculenta.
Huelga decir que la ingesta de líquidos es esencial, puesto que el riesgo de deshidratación por el efecto del astro rey y de las elevadas temperaturas es más elevado que en el resto del año. De ahí que es obligatorio consumir agua en abundancia y bebidas isotónicas; en menor medida refrescos carbonatados, menos eficaces para hidratar el cuerpo. El alcohol queda prohibido, ya que sus efectos sobre el cuerpo son contraproducentes y además se agudizan en este periodo. De la misma manera, hay que controlar con firmeza el consumo de suplementos vitamínicos y proteínicos, que son muy exigentes para el organismo y redundan en la pérdida de hidratación del cuerpo.
Los dos litros diarios de agua que requiere el cuerpo pueden cumplirse directamente bebiendo o complementarse con esa misma alimentación. Como vemos, ensaladas y frutas son alimentos muy indicados, pero también se pueden añadir a ellos las sopas frías, que además de agua aportan vitaminas y minerales. En la dieta española, el rey de las dietas frías es el gazpacho, una riquísima sopa de origen andaluz que incluye ingredientes como el aceite de oliva, vinagre y hortalizas crudas, por lo general tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo, si bien existen asimismo recetas que lo preparan con sandía, ideal para sorprender a los invitados –o a los jueces de Master Chef-. Otras opciones válidas son la vichyssoise o crema de puerros, la crema de calabacín, la crema de pepino y yogur o el también racial ajoblanco.