Cuida tu salud empezando por cambiar tu cocina y tus hábitos

Muchas veces vamos al médico y nos dice que debemos cuidarnos, que algunos de los valores de nuestras analíticas están más altos o más bajos de lo normal, que estamos pasados de peso y mil cosas más. Lo cierto es que es muy común, ya que la sociedad en la que vivimos el ritmo es frenético y nos hace comer mal o incluso cansarnos entre tanto desplazamiento, lo que provoca que durante los días de descanso solamente queramos echarnos en el sofá a dormir o ver la tele. De hecho, es posible que dentro de nuestra idea de cuidarnos pensemos nada más que en hacer ejercicio, pero este no lo es todo. Gran parte de la salud o el bienestar vienen dados por nuestra nutrición. Es decir, que según demuestran muchos estudios, es posible encontrar a una persona gorda más sana que una delgada, y esto se debe en gran medida a su alimentación. Es por esto que hoy vamos a daros ciertas pautas de nutrición, y queremos empezar por haceros ver que la cocina también puede ser amena y daros unas pequeñas pautas para estar más sanos. De hecho, si queréis dar un giro radical a vuestra manera de cuidaros, os recomendamos que hagáis obras, que os compréis una nueva cocina como las de Alvimodul, que son muebles de cocina baratos en Barcelona, y os convirtáis en unos masterchefs que disfruten haciendo nuevos platos y experimentando con las recetas sanas.

Por ejemplo, sabemos que muchas veces da pereza cocinar, y esto es en parte porque se trata de una actividad que mancha mucho. Y está claro que si nos ponemos a ello es algo imposible de evitar, así que hay días en los que nos hacemos un bocadillo para eludir ese trabajo posterior de dejarlo todo recogido. Pues bien, hay empresas como Alvimodul, de la que os hablábamos antes, que ofrecen todo tipo de muebles de cocina, incluso los podemos encontrar de fácil limpieza. Y ya no hablemos de las nuevas tecnologías en cuanto a electrodomésticos, que nos hacen más sencilla la tarea de limpiar, como ocurre por ejemplo con los hornos llamados pirolíticos. Pues bien, debemos dejarnos de excusas y preparar siempre unos platos en condiciones. Por ejemplo, si llega la hora del desayuno, es mejor que nos hagamos nuestro propio zumo de naranja que comprarlo envasado, por muy natural que nos lo quieran vender. ¿Que manchamos al partir las naranjas? Cierto. Pero ahora ya sabemos que hay muebles y encimeras que se limpian con una simple pasada de un paño húmedo. Por tanto, fuera pereza.

Siguiendo con la cocina. ¿Os habéis planteado lo divertido que puede ser crear nuevas recetas? Cada día están más en auge los programas de cocina en la televisión, así que por algo será. Debemos aprender a disfrutar con la cocina, a querer experimentar y dejar atrás los platos de siempre. Si no nos gustan las verduras, es una estupenda opción probar a hacerlas de alguna forma diferente, a la plancha, al horno… Seguro que encontramos algo que las haga más apetitosas para no perder esta gran fuente de vitamina B12. Incluso, podemos hacer reuniones con amigos y practicar. Quizás uno sepa hacer pan y puede enseñar a los demás, u otro haya aprendido una receta sanísima de su abuela que desee compartir… Las cocinas siempre han sido un lugar tradicionalmente de reunión en las familias, y son igual de válidas para juntarse con los amigos.

Otra pauta y la última que os vamos a dar en el artículo de hoy tiene que ver la frecuencia con la que ingerimos alimentos. La cocina ha de ser un lugar de diversión pero con normas. Cocinar no significar estar comiendo o picando continuamente, eso sería profanar el camino hacia una buena salud. Los médicos nos recomiendan que en lugar de hacer un par o tres comidas copiosas al día, hagamos cinco. Explicamos la razón de una manera muy sencilla: tras comer, nuestro cuerpo necesita energía para hacer la digestión, por lo que si comemos frecuentemente y mantenemos activo este sistema, estaremos quemando calorías de un modo continuado. Así, una manzana, con apenas calorías, nos tendrá en funcionamiento. Y no os olvidéis tampoco de beber al menos dos litros de agua al día, sin abusar, y también de una manera espaciada a lo largo de la jornada.