El deporte es una de las mejores actividades que podemos realizar para llevar una vida más sana y sentirnos mejor con nosotros mismos tanto a nivel físico como mental. Asimismo, el deporte mejora también la circulación de la sangre de nuestro cuerpo, de forma que podemos utilizarlo como forma de tratamiento para las hemorroides. Pero estas también pueden suponer una dificultad a la hora de llevar a cabo la práctica deportiva.
Las hemorroides, también conocidas como almorranas, y sufridas por una cifra importante de la población, son varices o inflamaciones de las venas en la zona del recto o del ano y se producen a menudo como consecuencia del esfuerzo realizado por el intestino para evacuar, por el embarazado, la diarrea, el estreñimiento crónico o el envejecimiento.
Uno se da cuenta de que sufre este problema básicamente porque se encuentra con sangre de un color rojo brillante alrededor de las heces, en el papel higiénico que utiliza para limpiarse o en el retrete, así como dolores alrededor del ano.
Este dolor es muy molesto a la hora de llevar a cabo la práctica deportiva, especialmente en actividades donde puede haber un mayor roce, como al correr o al hacer gimnasia rítmica. Por todo esto, lo más aconsejable es llevar a cabo un tratamiento efectivo para combatir estos síntomas. Además de la cosmética ecológica, existen muchas otras formas de luchar contra este problema.
Para hacerlo en casa, si tenemos complejo por ello y nos da vergüenza acudir a la farmacia, podemos tirar de los tan socorridos baños tibios. También es bueno que tengamos una correcta higiene anal y no rasquemos la zona para que no se infecten o lastimen las hemorroides. Podemos también evitar el estreñimiento consumiendo fibra, que se encuentra fundamentalmente en las frutas, las verduras, y tomando muchos líquidos. Es bueno también tratar de no comer alimentos que nos lleven a la diarrea, así como no hacer grandes esfuerzos al defecar. Y al hacerlo, pasar poco tiempo sentado en el inodoro y tratar del limpiarse con agua tibia en lugar de con papel higiénico.
Las cremas de aplicación local son una buena forma de aliviar el escozor que se tiene en esa zona. No obstante, no siempre es tan sencillo desprenderse de este problema. Muchas veces el afectado tiene que acudir al médico y las hemorroides complicadas pueden requerir incluso de cirugía, practicada por un especialista en coloproctología, y otro tipo de tratamientos. El tratamiento dependerá también del grado de la patología, que en el caso de las internas se divide en hasta cuatro grados.
Una vez que uno acude al médico, el diagnóstico se lleva a cabo a través de un examen clínico del recto y del ano, ya que otras de las posibles causas de un sangrado en esa zona tan concreta puede ser la de un cáncer. Para descartarlo se suele hacer un examen radiográfico con enema opaco o una sigmoidoscopia. No obstante, en el caso del cáncer las hemorragias son mucho más abundantes.
Para prevenirlas, como decíamos antes, el deporte es una de las mejores herramientas que tenemos las personas, ya que podemos mejorar la circulación de la sangre. No es necesario que seamos unos profesionales o hagamos un gran esfuerzo físico, ya que basta con caminar o correr durante media hora unos tres días a la semana. Asimismo, y asociado a esto, evitar el sedentarismo es clave también, así como perder peso si nos sobra, ya que la obesidad influye en esta patología porque aumenta la presión abdominal sobre el suelo pélvico.