No es la primera vez que vemos a jóvenes deportistas que han tenido que dejar su prometedora carrera por culpa de una lesión. Una vida truncada y en ocasiones por errores. Por ejemplo, me estoy refiriendo a un médico que no realiza bien su trabajo e incapacita a un jugador. Se han dado varios casos, el último el de un médico brasileño que arruinó la carrera de Falcao. Entonces, qué puede hacer el jugador. Puede reclamar a un abogado. En estos casos, lo mejor es estar asesorado, por eso recomiendo una visita o una llamada a Barcelona Abogados.
Una lesión en la rodilla, una fractura ósea, una lesión en la cabeza o en la médula espinal, que nos puede dejar en la silla de ruedas, son aspectos que hay que tener en cuenta, ya que reclamando se puede lograr una indemnización, que en muchos casos tiene que ser millonaria, porque se ha lastrado la vida profesional de una persona. Las mutuas de los clubes se tienen que hacer responsables en esta situación. Eso sí, el jugador es el único responsable de cualquier lesión o incidente que pudiera ocurrir en actividades deportivas que se realicen fuera de los horarios y lugares de entreno o fuera de los partidos oficiales o amistosos autorizados por la Federación. Por lo tanto, mucho cuidado con las famosas pachangas entre amigos.
Y aunque la jurisprudencia es escasa, mucho ojo tendrían que tener esos futbolistas que dejan lesionados para siempre a otro. Me viene a la memoria casos como los de Redondo o Van Basten que tuvieron que dejar el fútbol por culpa de una lesión. Y es que “Habrá daño siempre que se causare a otro algún perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las cosas de su dominio o posesión, o indirectamente por el mal hecho a su persona o a sus derechos o facultades”, reza el artículo 1068 del Código Civil.
No siempre es así
La doctrina y jurisprudencia se ha expresado unánimemente rechazando la demanda basada en una lesión de un jugador de fútbol, causada por otro jugador, siempre y cuando la misma ocurra en la normal y corriente práctica del deporte.
Otro caso diferente es el de la práctica deportiva en la montaña. Esa que entraña en sí misma, un riesgo, como todo deporte, generalmente, se realiza de forma voluntaria, únicamente interviene la voluntad propia, por lo que cualquier accidente que se sufre en la montaña, sin intervención alguna más que la propia actuación, a veces, negligente, por parte de quién lo practica, no da lugar a responsabilidad alguna, cuando es causa de sí mismo, sin intervención ajena de ningún tipo.
Así pues, cuando se practica deporte hay que tener mucho cuidado. Y sobre todo, saber las responsabilidades que tienen unos y otros. Si eres un simple aficionado puedes salir adelante, pero está claro que como hayas depositado todas las esperanzas laborales en ser deportista, y la mala suerte ( o los inútiles del bisturí) se crucen en todo tu vida, puedes ir pensando en que vas a necesitar buenos abogados para salir de este lío.