En la ciudad de los califas tuvo que ser. En Córdoba participé en mi primera Media Maratón, todo un reto, una responsabilidad pero también una ilusión. Anteriormente había participado en otras pruebas como la San Silvestre vallecana, pero esta era mi gran montaña.
Desde 1985, la Media Maratón de Córdoba ha ido creciendo hasta convertirse en una de las más multitudinarias de Andalucía y una de las más llanas de España. Sin duda, esta razón fue la que me hizo decantarme por ella. Y es que llevo muy mal las subidas y las bajadas. El recorrido está homologado por la RFEA, es totalmente urbano y ofrece la oportunidad de conocer la ciudad de los Califas desde otra perspectiva.
Las sensaciones antes de comenzar eran muy buenas. Me había preparado muy bien durante las semanas previas y creo que estaba en disposición de hacer una buena marca. La salida tiene lugar en la avenida Conde de Vallellano. Desde allí, recorrimos la ribera del Gualdalquivir atravesando unos bellos puentes, hasta adentrarse en el centro histórico para encontrarse con monumentos emblemáticos como la torre de la Calahorra, la plaza de las Tendillas, la torre de la Malmuerta, la puerta de Almodóvar o la puerta de Sevilla. Muchas veces mis amigos me preguntan si cuando corro, soy capaz de disfrutar de la belleza del recorrido. Pues sí, yo no me lo tomo como una competición y eso me permite hacer las dos cosas. Yo ya había estado con una ruta por carretera, pero a píe, es muy diferente
Tras cruzar toda la ciudad, los corredores nos dirigimos de nuevo hacia la torre de la Calahorra para recorrer los últimos 150 metros de la carrera sobre el puente Romano hasta desembocar en la línea de meta situada bajo la puerta del Puente, el mejor umbral para recibir el caluroso, y siempre bien recibido, apoyo del público. Tengo que reconocer que mi primera toma de contacto con una Media Maratón fue muy satisfactoria, además participé con varios amigos de mi equipo de club y se hizo muy amena.
Ante todo, quiero pedir a todos los corredores que se hagan controles médicos antes de participar en este tipo de pruebas. No todo el mundo vale para correr. Pero si crees que ya estás en forma para correr, una de las recomendaciones es que hagas la de Córdoba, porque su trayecto es perfecto para principiantes.
Conocer la ciudad
No obstante, el participar en esta prueba también me sirvió para conocer un poco más Córdoba. Sin duda, una belleza para los ojos. La capital andaluza es un crisol de civilizaciones. Fenicios, griegos, romanos, musulmanes y cristianos dejaron sus huellas en una ciudad que rezuma cultura que es una gozada. Si hay algo que recomiendo es una visita al Palacio de Viana, donde se pueden ver los mejores patios de Córdoba.
El patio, heredero de la tradición romana y árabe, tiene en Viana su más amplia representación histórica: desde el patio de vecinos de origen medieval, ejemplo de arquitectura popular, a los patios renacentistas como símbolos de poderío y linaje en Córdoba. Ofrece la posibilidad de visitar una casa nobiliaria vivida y descubrir una evolución de estilos arquitectónicos, artes decorativas y ambientes relacionados con la aristocracia.
Mi afición por el atletismo, siempre con cabeza, me permite viajar mucho, aunque mi bolsillo se resienta, pero una de las cosas que más feliz estoy es que gracias a ello puedo conocer otras ciudades. Y la verdad es que la de Córdoba es una de las más bonitas de España.
