Hay días que no hay forma de levantarse de la cama para salir a correr. Fuera está lloviendo, hace frío y no tiene siquiera ganas de salir del cálido resguardo de tus mantas para ir a trabajar como para levantarte todavía antes para ir a correr. Todos hemos sentido esto muchas veces. Y es que por mucho que nos guste el deporte y seamos conscientes de los beneficios que este tiene para nuestra salud, a veces nos da pereza practicarlo, especialmente esos días de frío. Pero también cuando hace mucho calor, que tenemos que coger el coche para poder ir a algún polideportivo cubierto para evitar golpes de calor o simplemente cuando estamos tirados en el sofá de casa viendo una peli y sabemos que tenemos que salir antes de que se haga de noche. Ver que tu pareja se queda en casa pero tú sales es duro también… Por ello debemos buscar motivaciones que nos hagan sacarnos la pereza de encima y nos animen a separarnos del sillón.
Una de las mejores es buscarse amigos con los que compartir afición. No tienes por qué competir con ellos ni contra ellos, hay clubes formados por gente que simplemente quiere compartir afición y salen a correr en grupo o dar unas pedaladas. No obstante, lo más cómodo para esto es practicar deportes de grupo, es decir, aficionarse a disciplinas como el fútbol o el baloncesto donde necesitas de varios compañeros para poder practicarlas. Un partidillo todos los sábados es una buena manera de tener ilusión por ver a estos amigos y motivarte para salir de casa a jugar con ellos. Muchos son los jóvenes que lo hacen, pero también los veteranos, ya que los deportes en equipo requieren un menor esfuerzo físico. Lo vimos hace alrededor de un año con Martina Hingis. Aquella tenista que asombró al mundo por su precocidad y que tuvo una historia de idas y venidas con el deporte acabó por echarlo de menos y reincorporarse a la competición jugando dobles para que su físico sufriese menos y poder alargar así un poco más su carrera. Ella misma tuvo que motivarse para volver. Comenzó entrenando a jugadoras para individuales en un centro de Barcelona y cuando veía los partidos de estas también en dobles pensó que por qué ella no podría hacerlo. La jugada le salió bien, ganó incluso un Masters 1000 y quiso volver al circuito.
La victoria es lo que tiene, que gusta y engancha. Igual que le pasó a esta suiza puede ocurrirnos a nosotros o darnos idea. El triunfo es siempre algo muy ansiado por cualquier deportista y a todos les gusta, así que es un buen comienzo hacer de este nuestra meta para salir a entrenar cada día. Lo importante es empezar con pequeños objetivos, ya que si no logramos realizarlos en un cierto medio plazo conseguiremos justamente el efecto contrario, el de desmotivarnos por no llegar a las metas y no querer seguir más con el deporte. Por ello es conveniente plantearse logros cortos y con un cierto plazo de tiempo. Ganar tampoco es obligatorio, podemos ver como triunfo el asistir a una competición. Por ejemplo, podemos empezar a correr este verano con idea de asistir a una media maratón para el próximo estío, y si somos capaces de finalizarla, por qué no subir los objetivos y querer terminar una maratón completa al siguiente año que la celebren.
Usar el tiempo y las distancias como forma de retarse a uno mismo pueden ser otra gran forma de motivación. El tiempo como mete se puede utilizar para cualquier actividad física y basta con comprarse un reloj. No hace falta ni salir de casa para ello y podemos encontrarlos hasta en tiendas online como Time-o-clock. Tanto si salimos a correr como a caminar o si hacemos bicicleta estática en casa, podemos jugar con los minutos y tratar de hacer uno más cada día. Al cabo del mes habremos hecho por ejemplo media hora más. Sin embargo, un minuto más de bici en nuestra cabeza no da tanta pereza como pensar en que de aquí a dentro de un mes tenemos que dar pedal durante media hora más. Con la distancia sucede lo mismo, la motivación viene de ampliarla cada vez un poco más. Ni siquiera tenemos que hacerlo de forma frecuenta al igual que no todos los días hacemos deporte y a veces vamos solo los días alternos. Podemos tratar de subir un poco la distancia y el tiempo por cada X sesiones practicadas o simplemente cada semana o mes que salgamos.
Actualmente podemos beneficiarnos también de las nuevas tecnologías. Con tu móvil inteligente o smartphone tienes a tu alcance muchas aplicaciones que cuentan las distancias, el tiempo, las calorías quemadas, los pasos que das e incluso te hacen el ratio de mejora de cada día con respecto al anterior. Muchas de ellas son gratuitas, por lo que no te costará nada descargarlas y tendrás algo parecido a la motivación que te podría dar un entrenador personal.
Lo importante es tener siempre la constancia de ir a más para ser capaces de retarnos a nosotros mismos y contar con esa motivación para querer ser mejores progresivamente.