Hoy en día si vas a cualquier gimnasio de la geografía nacional o internacional, podrás encontrar a personas que están bebiendo un batido. Este batido son suplementos alimenticios, normalmente proteínas, que se toman antes, durante o después de hacer deporte, y cuyo fin es aumentar la masa muscular.
Normalmente la gente que se toma suplementos alimenticios busca obtener una forma física, que, si se quisiera obtenerse de manera natural, sería mucho más costosa. Por eso se recurre a proteínas, hidratos de carbono, creatina, sales minerales, aminoácidos e incluso testosterona, para acelerar el metabolismo y generar tejidos a una mayor velocidad.
Pero no todo es de color de rosa, y algo que mucha gente no sabe, es que este tipo de suplementos alimenticios generan efectos secundarios en nuestro cuerpo, que pueden llegar a ser graves. Lo más interesante sobre los suplementos, es que están muy de moda, y en las ciudades pueden encontrarse una gran cantidad de tiendas que venden este tipo de productos, sin tener en cuenta las características individuales de los clientes. Porque este tipo de productos tienen que ser controlados por algún médico o especialista que pueda observar los posibles riesgos físicos a tiempo.
Antes de empezar a describir los efectos secundarios derivados de la ingesta de suplementos alimenticios, vamos a ubicar la proteína que se utiliza normalmente. Esta proteína es la Whey, un tipo de proteína completa que se extrae del suero de la leche, y que, como principal característica, tiene una gran capacidad de absorción. Pero en la mayoría de ocasiones esta proteína no se consume sola, ya que junto con la proteína se suelen consumir aminoácidos ramificados, que son aquellos que forman la proteína de origen muscular y que se utilizan para la recuperación o formación del músculo.
Estos productos están realizados por procedimientos químicos complejos, y además en muchas ocasiones la proteína que se comercializa no es pura, ya que se le añaden aminoácidos y vitaminas. Pero en ocasiones se le llega a añadir sustancias dopantes como la fibrina, que produce un efecto de estimulación del Sistema Nervioso Central.
Efectos secundarios
El excesivo consumo de proteínas, aminoácidos y otros suplementos alimenticos puede llegar a producir problemas físicos de tipo cardiovascular, renal o óseo. El consumo de testosterona incrementa las hormonas masculinas o femeninas, produciendo cambios en el cuerpo que pueden llevar a la infertilidad, calvicie y mayor riesgo de cáncer de próstata, en los hombres. También puede haber crecimiento de órganos como el corazón, suponiendo un problema grave.
Muchos de los deportistas de alta competición que han consumido suplementos proteicos sufren graves problemas cardiacos entre los cincuenta y sesenta años; muchos de esos problemas pueden llegar a causar la muerte. También el exceso de proteínas supone una sobrecarga para el riñón que puede generar arteriosclerosis, que se traduce en un daño en los vasos sanguíneos debido a la sobrecarga renal, que termina produciendo hipertensión que puede provocar infartos agudos de miocardio. Incluso puede haber alteraciones en los huesos debido a que estos suplementos elimina el calcio de los huesos.
El riesgo es aún mayor cuando no hay ningún control por parte de algún experto sanitario o nutricionista que prescriba el consumo de suplementos alimenticios. Este es el caso de un compañero del instituto que empezó a preparar las oposiciones a bombero, y tomaba unas cantidades exageradas de este tipo de suplementos con el fin de “estar más fuerte”. Debido a problemas de salud anteriores, tuvo que acudir al hospital por un problema renal. Y los médicos dictaminaron que la causa había sido el exagerado consumo de proteínas. Lo más sorprendente es que se creyó todo lo que le contó el monitor del gimnasio respecto de los suplementos.
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Para finalizar diremos que si has leído este artículo, y has pensado en algún amigo o compañero que toma suplementos alimenticios, hazle saber de los efectos secundarios que tienen.
