Es la frase más comentada a comienzos del mes de enero o a finales de verano. “Me voy a apuntar a un gimnasio”. Siete palabras mágicas que a veces sirven para volver a ponerse en forma y en otras una promesa que nunca se cumple. Si has elegido la primera opción, te voy a contar una serie de consejos sobre lo que te vas a encontrar allí. Y es que, si el gimnasio tiene cierta calidad, lo primero que verás son un montón de aparatos que la mayoría no sabrás ni cómo funcionan.
Aunque los monitores están deseando de ayudarte, si vas con la lección aprendida, eso que tienes ganado.
- Bicicletas
Sin duda son las más clásicas de la salas de fitness. ¿Pero sabemos realmente cómo funcionan? Las bicicletas ofrecen muchas ventajas, y son ideales tanto para principiantes como para avanzados, ya que podemos regular la intensidad de trabajo. El movimiento del pedaleo es cíclico y es un gesto que no requiere ninguna técnica.
Una variante son las bicicletas reclinadas, es decir, en las que estás con la espalda apoyada. Es el medio cardiovascular estrella para los que empiezan la postura es cómoda ya que la espalda se encuentra apoyada y la zona lumbar libre de cargas, el pedaleo no conlleva impactos, la posición sentada no elevará la frecuencia cardiaca en exceso y puedes regular la intensidad del ejercicio. - Remo
Aunque no es mucha gente la que lo practica, esta máquina es una de las más eficaces. La posición sentada evita la elevación excesiva de la frecuencia cardiaca y favorece el retorno venoso. Además, el trabajo muscular lo reciben los músculos de la espalda. Y es que el gesto del remo activa toda la musculatura extensora y favorece una postura más correcta. Si tienes ocasión de probarla, hazlo. - Elípticas
Es el ejercicio que más está de moda. Es el movimiento en el que se emula la forma de esquiar. Como se mueve tanto la parte de arriba como la de abajo del cuerpo, se logra quemar una gran cantidad de calorías. Se consigue movilizar mucha masa muscular y se reparte mucho más el esfuerzo. Algunas elípticas proporcionan un desplazamiento lateral de los apoyos. - Cintas de correr
Otro clásico de los gimnasios. El gran inconveniente de la carrera es el impacto, sobre todo para personas de edad avanzada o sobrepeso. En este tipo de máquinas tienes la opción de controlar la velocidad, pero también de la pendiente. Por eso es recomendada para todas las edades, solo es cuestión de jugar con los botones durante la marcha.
Estos son los aparatos más comunes y los más recomendables. Pero como te decíamos en un gimnasio hay decenas de ellos. Te voy a contar un par de ellos que para mí son una auténtica tortura y que siempre intento de evitar.
- Polea tras nuca: Parece que esta es la forma de aislar los músculos dorsales y tener esas espaldas anchas tan atractivas, pero en realidad somete a la articulación del hombro a un movimiento forzado que puede llevar a una tendinitis.
- Extensiones de cuádriceps: Sirve para desarrollar los músculos de la parte anterior de los muslos, pero sin embargo somete a las rodillas a una tensión mayor que las sentadillas, ya que el peso está apoyado en los tobillos.
Prepárate para disfrutar en un gimnasio, eso sí, de nada sirve tener las mejores máquinas, si los dueños del lugar no las cuidan. Estos aparatos necesitan unos cuidados y limpiezas que solo se pueden hacer con empresas especializadas en limpiar maquinarias. Un buen ejemplo es Tierra Tech.