Seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar de la demencia senil o la habéis visto en algún familiar en vuestra casa, pero hoy vamos a explicaros mejor en qué consiste gracias las indicaciones que nos han aportado desde el centro especializado de Benviure en Barcelona.
La demencia senil se trata de una enfermedad por la que vemos que una persona va perdiendo cada vez más sus capacidades cognitivas. Se le llama senil porque está asociada a las personas mayores, pero lo cierto es que se está comprobando que ya no hace falta entrar en una edad avanzada para comenzar a sufrir este tipo de problema.
Solemos además asociar la demencia no solo a la edad, sino también a la pérdida de memoria, pero en realidad este no es el único de los aspectos que engloba esta enfermedad. También puede provocar problemas como la confusión mental, el deterioro intelectual, problemas en el lenguaje, desorientación o anormalidades visuoespaciales.
Quizás antes se conocía menos porque la gente creía que estos problemas eran algo que sobrevenía simplemente con la edad, pero no es así. Y como decimos, la demencia no es algo que se dé exclusivamente entre las personas mayores, aunque sí es cierto que durante esta etapa de la vida lo que aumenta es la probabilidad de sufrirla, y sus síntomas suelen agravarse por el debilitamiento de la salud en general y las habilidades intelectuales.
Para detectar o sospechar que alguien de nuestro entorno o nosotros mismos pueda sufrir demencia senil, es conveniente saber que estos cambios en la conducta pueden darse en cualquier momento de la enfermedad, y que ni es obligatorio reconocer todos los síntomas ni que estos tengan una intensidad o frecuencia progresiva. Normalmente, lo más propio es encontrarnos con problemas como la deambulación errática, la agitación o el estado de agresividad, las reacciones catastróficas a cualquier hecho cotidiano, la desinhibición, las quejas, un carácter marcado por el negativismo, la intrusividad y los trastornos del comportamiento alimentario y sexual.
Una vez que detectamos algunos de estos cambios lo más práctico es acudir al médico o a un centro especializado donde realizar las pruebas pertinentes al posible paciente. Será el propio médico quien no dé unas pautas propias a seguir, dependiendo especialmente del estadio en el que se encuentre la enfermedad. Pero es conveniente estimular la memoria y las capacidades cognitivas y físicas del enfermo con actividades como resolver puzles, leer, hacer sudokus, bailar o incluso no descuidar las tareas de casa, como pueden ser hacer la cama, fregar los platos, pasar la aspiradora o hacer la compra.
La demencia senil es algo que afecta no solamente a la persona que la sufre, sino también a los cuidadores de ese hombre o de esa mujer, ya que el deterioro emocional es una gran carga que arrastra a quien lo trata a diario. Es por esto que las residencias especializadas como Benviure, en Barcelona, o los centros de día, son una opción muy buena para los casos más graves y también para tratar aquellos estadios en los que comienza la enfermedad y conseguir que esta evolucione más lentamente, así como un descargo para el cuidador, que normalmente suele ser alguien de la familia con una relación afectiva muy estrecha con el paciente.