Dolor de espalda, pérdida de visión, desgaste muscular, etc. Éstas son algunas de las consecuencias que pueden tener algunos trabajos sobre tu propio cuerpo y aunque en muchísimos casos es muy difícil prevenirlos en otros no lo es tanto. Por eso, y por millones de cosas más, es necesario contar con la ayuda de una empresa especializada que pueda ayudar tanto al trabajador como al empresario como, por ejemplo, Sermecon, una empresa especializada en Prevención de Riesgos Laborales en Alicante conformada por un equipo de profesionales con la formación requerida y amplia experiencia.
Contratar una buena empresa de estas características puede traer consigo un gran ahorro económico para el empresario y un beneficio en cuestión de salud para el trabajador puesto que si un empleado se ve en la necesidad de tomar una baja y su puesto no puede ser cubierto el empresario tendrá pérdidas a todos los niveles y obviamente el trabajador no estará en sus mejores condiciones físicas. Es por esto por lo que, aunque no lo parezca en un primer momento, este tipo de empresas son tan necesarias por un lado como por el otro.
Desgraciadamente, como ya hemos dicho anteriormente, hay cosas que no podemos evitar. Pensemos en un empleo que no parece ser de riesgo como por ejemplo el de una educadora infantil. A priori no parece que vaya a tener demasiados problemas físicos que vengan atados al tipo de trabajo que realice pero pensad por un momento en la espalda de una chica que lleva trabajando más de diez años en una Escuela Infantil, cogiendo a niños en brazos todos los días y agachándose con ellos haciendo que sus rodillas realicen diariamente un sobreesfuerzo. Esa chica ha de tener un cuidado exquisito con su espalda y sus articulaciones porque, a la larga, por mucha prevención que haga, puede tener serios problemas que pueden provocarle grandes dolores.
Os he puesto ese caso porque no es tan obvio como pensar en el obrero que carga peso diariamente o en la oficinista que pasa horas sentada delante de un ordenador destrozándose la columna vertebral porque no tiene una buena postura al sentarse. Pero la realidad es que todos los puestos de trabajo, por muy activos o pasivos que sean, pueden traernos consecuencias porque realizamos la actividad a diario durante muchísimas horas y muchísimo tiempo.
En mi opinión, de manera general, nadie piensa en esto. Sólo pasa por nuestra cabeza cuando ya nos ha ocurrido, tanto al empresario como al trabajador, lo que provoca que la prevención sea ya ridícula y la intervención que haya que hacer ahora sea ya para mejorar la dolencia y no para prevenirla. Es por eso por lo que creo que todos, estemos en la situación que estemos, deberíamos dedicar unos minutos a pensar en esto y no vernos luego ya con el problema delante porque en algunas ocasiones todo puede cambiar si llevamos cuidado con los movimientos que hacemos o con lo cuidadosos que somos haciendo según qué cosas. Por ejemplo, ¿sabíais que la oficinista de la que hablábamos antes se beneficiaría muchísimo si se levantara un par de minutos y caminara cada 45 que pasa sentada? No es tanto tiempo perdido si te paras a pensarlo porque dos minutos cada 45 en una jornada de 8 horas no superarían los 15 minutos aproximadamente.
Pensadlo y poner en práctica aquello que necesitéis para prevenir problemas posteriores.