El deporte, fuente de riqueza también para las ciudades

Que el deporte es sano ya lo sabemos, que tiene muchos beneficios tanto para el cuerpo como la mente también es conocido, así como que libera endorfinas, que nos alarga la vida, que mejora la circulación de la sangre, que sirve para hacer amigos, para sentirse mejor con uno mismo… Los lectores de esta web somos amantes del deporte y sabemos todo y eso y mucho más acerca de los beneficios que nos ofrece. Pero el deporte es también fuente de riqueza, si no por qué se iban a pelear todas las grandes ciudades y países por acoger eventos deportivos. Lo vimos con Lisboa, volcada en ser anfitriona de la final de la Liga de Campeones, lo vimos con Madrid, que no cejó en su empeño por presentarse una y otra vez como candidata a sede olímpica y lo vemos incluso con Brasil, donde pese a las muchas protestas durante esta Copa del Mundo de fútbol sus gobernantes no se han echado atrás y dentro de dos años el país carioca será el anfitrión de los Juegos Olímpicos de 2016.

Este interés y este empeño tienen una poderosa razón: el dinero. Los eventos deportivos son ingresos para muchos sectores de los que sostienen la economía de un país o de una región. Llenan hoteles, llenan restaurantes, dejan dinero en el transporte, bien público o en el privado como los taxis, suponen más tráfico aéreo hacia esa país con sus consecuentes pagos de tasas, los locales de copas o las cafeterías tienen más visitantes y hasta muchos de ellos aprovechan para visitar las tiendas y hacer compras, bien para ellos o regalos y souvenirs del lugar para los familiares y amigos.

Se podría decir que el deporte equivale en este sentido a los fuertes atractivos turísticos de las ciudades o la organización de macroeventos como importantes conciertos de artistas internacionales o festivales de música porque mueven a muchas personas. Lo podemos ver en un torneo de tenis como Wimbledon, donde no solo van tenistas, sino que esa ciudad acogerá durante esas dos semanas de torneo y las previas de entrenamientos a técnicos, miembros de la organización, aficionados, árbitros e incluso alguna celebrity invitada.

En España tuvimos un ejemplo de esto hace muy poco en Valladolid, una ciudad que se llenó durante un fin de semana con hasta un total de cinco eventos deportivos que dejaron alrededor de 4.000 visitantes en la ciudad castellanoleonesa. Valladolid organizó de manera simultánea el Campeonato de España juvenil de atletismo, con cerca de mil participantes, el Campeonato de España de verano alevín y juvenil de natación sincronizada en la piscina de Parquesol, con casi 400 nadadoras de diferentes clubes de toda España, los Campeonatos de España de natación con aletas y de velocidad en inmersión en las instalaciones deportivas del Río Esgueva, con alrededor de otras 600 personas, el Trofeo Ciudad de Valladolid de Piragüismo con casi medio millar de palista reunidos en la ciudad pucelana, y el V Campeonato Nacional de frontenis, en Laguna de Duero, que convoca a casi un centenar de deportistas infantiles, cadetes y juveniles.

La clave de este tipo de competiciones es que se desarrollan en más de un día, por lo que obligan a los participantes, bien deportistas, entrenadores, árbitros o miembros de la organización, a pernoctar en la ciudad durante más de un día. Normalmente los días obligados son el jueves y el viernes, pero muchas familias aprovechan para alargar su estancia un día más y hacer turismo por aquellos lugares donde compiten y disfrutar no solo de la ciudad sino también de las actividades y de las tradiciones.

En este caso de Valladolid, los hoteles más concurridos como el Olid informan a sus huéspedes de las posibilidades de la ciudad, como puede ser hacer la ruta de las tapas, lo que les aporta un fin de semana de lo más completo y reporta también ingresos estos bares y a los proveedores de los mismos.

Por último, esta subida de ingresos y de volumen de trabajo se traduce también en empleo, algo de lo que está muy necesitada nuestra sociedad en los últimos tiempos. Y es que atender a tanta gente no es nada sencillo y tanto los bares como los restaurantes u hoteles deben contratar a más personal para poder dar servicio a todos los visitantes.