Conforme avanzan los estudios sobre el bienestar personal más y más investigadores se suman a la tendencia del “cuida tu mente para cuidar tu cuerpo” así como otros empiezan a tantear el terreno de las terapias menos occidentales para tratar ciertos problemas de salud. Maite Domenech es la fundadora y gerente de PRANA, un centro de dinámicas corporales donde podrás activar tu cuerpo y tratarlo de la manera adecuada con el fin de conseguir un mayor bienestar.
Y es que hay ciertas técnicas, como el tantra, de las que antes poco conocíamos y en las que hoy estamos cada vez más interesados debido a los buenos resultados que ofrecen y que antes parecían darnos miedo, un miedo sin fundamento debo decir.
Hay un sector de la sociedad que no sólo está en contra de tratar tu cuerpo y tu mente con estas técnicas sino que se burla de aquellos que lo hacen. El reiki por ejemplo, actualmente muy conocido y utilizado en casi todos los países desarrollados del mundo, suele ser objeto de burlas debido a las posturas que el usuario debe utilizar para trabajar su cuerpo y esto no es más que una muestra del desconocimiento y los prejuicios de nuestra sociedad que sigue anclada a unos pensamientos un tanto retrógrados.
El artículo de El País “Los (otros) beneficios del sexo tántrico” publicado por dicho periódico en su versión online ofrece razones de peso para no tomarse a la ligera esta doctrina pero, aun así, las personas más reticentes, que en su mayoría suelen ser hombres, siguen mostrándose escépticas y poco motivadas a abrir su mente y empezar a practicar alguna de estas técnicas.
Pero no debemos olvidar que nuestro cuerpo es un conjunto de órganos cuyas funciones incluyen trabajos físicos y psíquicos e incluso, aunque no podamos explicarlo, hasta sentimentales y lo que no podemos ni debemos hacer es cuidar sólo una parte y pretender que con ello todo lo demás se encuentre en buen estado.
Hay estudios que demuestran que una persona saludable puede caer enferma físicamente si su mente no se encuentra en un estado positivo, de hecho, personas que sufren de estrés empiezan a mostrar síntomas de otras enfermedades tras un corto periodo de tiempo e incluso esos síntomas pueden transformarse en signos más que evidentes de cuadros pertenecientes o típicos de enfermedades y trastornos de tipo nervioso o motor e incluso otras dolencias mucho más graves.
Cuidar nuestro cuerpo significa, inevitablemente, cuidar nuestra mente también y, por lo tanto, aquellas personas que corren diariamente varios kilómetros y se alimentan de una dieta equilibrada pero luego viven estresadas por el trabajo o por su situación personal y no ponen remedio alguno a esta situación lo único que están haciendo es alargar el sufrimiento que su cuerpo puede soportar porque, más tarde o más temprano, esa pequeña bomba que todos llevamos dentro estallará de alguna manera y las consecuencias pueden ser desastrosas dependiendo del caso que nos ocupe.