Dentro del mundo del deporte, aunque no nos paremos a pensarlo, podemos encontrar serios problemas legales que nos hacen pensar dos veces si sería mejor salir a hacer running que está muy de moda ahora y pasar de otro tipo de deportes, gimnasios, etc.
Un conocido, cuya identidad prefiere que no salga a la luz, acaba de ser acusado de traficar con esteroides en el gimnasio al que acude con asiduidad. Yo no voy a entrar en si esto e so no es cierto porque ni me interesa ni tengo la necesidad pero estoy completamente segura de que habrá acusaciones totalmente fundadas e infundadas. Así que antes de nada, y para aquellos que tengan o puedan tener problemas en el mundo del deporte, voy a dejar la web del despacho de abogados Abbantia, que tienen sede en Madrid, Bilbao, Sevilla, Huelva, Cádiz y Barcelona. Trabajan con casos de litigios, propiedad industrial e intelectual, expedientes administrativos, contratación civil y mercantil, causas penales, etc., y vienen myt recomendados.
Pues bien, investigando en Internet he descubierto que el caso de este conocido no es el único, así como casos de denuncias a ciertos gimnasios donde los directivos son los que mueven este tipo de drogas y otro tipo de denuncias que no tienen nada que ver como accidentes causados por el mal estado de los aparatos o de las instalaciones, etc.
No hablamos mucho de todo esto pero es algo que deberíamos tener en cuenta. El deporte es salud y utilizando estas drogas lo convertimos en algo insano, y, por supuesto, acudir a un establecimiento especializado para realizar ejercicio y salir de allí con un brazo roto, tendones, ligamentos o incluso mandíbulas como he podido comprobar es una barbaridad que no se puede consentir.
Que accidentes involuntarios y casualidades desgraciadas hay en todas partes y no vamos a demonizar a los gimnasios por culpa de un pequeño porcentaje que no cumple con las normas básicas y puede provocar lesiones en sus usuarios, pero hay que tener cuidado en donde se mete uno porque un aparato en lamas condiciones puede traer muchísimas complicaciones. Pensemos por ejemplo en una pesa que por desgaste o mal mantenimiento se suelta de su sujeción y cae sobre el rostro de un individuo que sólo pretendía practicar su deporte favorito. El resultado fue una mandíbula rota por tres partes, dos operaciones y una rehabilitación brutal para el pobre muchacho.
Así que ya sabéis, sea cual sea el caso que os trae de cabeza no dudéis en poneros en contacto con expertos que os aconsejen sobre qué hacer en ciertos momentos.