Hay días que no hay forma de levantarse de la cama para salir a correr. Fuera está lloviendo, hace frío y no tiene siquiera ganas de salir del cálido resguardo de tus mantas para ir a trabajar como para levantarte todavía antes para ir a correr. Todos hemos sentido esto muchas veces. Y es que por mucho que nos guste el deporte y seamos conscientes de los beneficios que este tiene para nuestra salud, a veces nos da pereza practicarlo, especialmente esos días de frío. Pero también cuando hace mucho calor, que tenemos que coger el coche para poder ir a algún polideportivo cubierto para evitar golpes de calor o simplemente cuando estamos tirados en el sofá de casa viendo